Moo moo es la onomatopeya Japonesa para el mugido de las vacas. El equivalente a nuestro muu muu. La botella me llamó la atención el otro día en el súper, y son de estas cosas que hay que probar, aunque sólo sea una vez. Y si está buena, pues más. Pero no es el caso. Este experimento de fanta tiene mucho calcio, y está pensado para los pequeños de la casa.
Hasta aquí bien, el problema es que los bambinos tienen papilas gustativas. El invento en cuestión sabe como si mezclas medio yogur natural en medio litro de gaseosa y le echas una cucharadita de frenadol. Sí, a mi también se me puso esa cara como si chupase un limón.
Eso si, el envase prechioso. Siguiente bebida rara, por favor!