lunes, marzo 31, 2008

活き造り (Ikizukuri, preparado vivo)

Antes de empezar este post avisaros que puede herir sensibilidades y que si según vais leyendo no os gusta, lo dejéis porque se va poniendo peor por momentos. Ni que decir tiene que tampoco lo aconsejo si acabáis de comer o vais a comer en breve. Bueno, luego no digáis que no os avise, todavía estáis a tiempo de abrir la web del marca u otra hasta la próxima actualización.


Ikizukuri es como se llama a un tipo de sashimi que se prepara cuando el animal todavía está vivo. Más fresco imposible vaya. Normalmente se trata de peces, calamares, pulpos. El cliente suele elegir el especimen en cuestión, y un cocinero con muchos años de experiencia y habilidad prerara el sashimi de forma que el animal sigue vivo cuando te lo ponen en la mesa. En ocasiones te suelen poner el corazón todavía palpitando en un platito aparte...

A mi el pescado crudo me encanta, pero tanto que siga vivo ya me supera un poco... Aquí podéis ver un vídeo de un ejemplo de Ikizukuri de pescado:



Si has llegado hasta aquí y has visto el anterior video sin que se te revuelva mucho el estómago, atiende que resulta que en un restaurante de Shinjuku preparan Ikizukuri de rana...



Puff que mal cuerpo... ¿todavía sigues aquí? Bueno como premio te dejo con el último vídeo de Ikizukuri, grabado por unos japoneses un poco contentillos en una Izakaya. Aunque hayas visto los otros dos vídeos este te aconsejo que no lo veas sobretodo si eres menor de edad u hombre. Ufff que dolorrr




P.D: el Ikizukuri abre un mundo nuevo de posibilidades para esas visitas ávidas de la gastronomía Nipona:

Visita X: A mi el pescado crudo me encanta, puedo comer cualquier cosa.
Adrián: ¿Sí eh? pues conozco un sitio en Shinjuku...

P.D 2: sí, me he enganchado a Dexter, pero no tiene nada que ver con el post, de verdad jeje.

lunes, marzo 24, 2008

Diarios de Motocicleta #2: 熱海と大島 (Atami y Ooshima) > ¡¡Actualizado 2.0!!<




Vista general de la ruta:


Tenía la intención de salir el jueves pasado que era fiesta nacional en Japón, pero como estaba lloviendo a mares decidí esperar al viernes. El viernes aunque estaba nublado no parecía que fuese a llover asi que salí hacia Atami. Me perdí un par de veces por el camino, pero con la ayuda del gps de la psp me fui aclarando.


Un poco antes de llegar a Atami me metí por una carretera pequeña que subía hacia las montañas y en un claro aparqué la moto detrás de unos arbustos y monté la tienda de campaña. Ya era de noche, pero casi no me hizo falta la linterna porque había una luna llena enorme:


Al día siguiente hacía un día estupendo. Desmonté la tienda y cargué todo en la moto one more time.



Llegué al puerto de Atami con la intención de coger el Ferry de las 10 de la mañana, pero estaba lleno, y amablemente me invitaron a volver a las 3. Había leído sobre un museo de arte en Atami, y vi un cartel de camino al puerto así que decidí ir a echar un vistazo.

Esta es la entrada. No esperaba mucho del museo, y el precio (1.600 yenes, unos 10 €) me pareció un poco caro, pero bueno, ya que estaba allí y tenía que hacer tiempo decidí entrar.

Vaya, unas escaleras mecánicas, que nivel. A ver sigamos,

Pues son muy largas. Llegando al final... otras escaleras mecánicas:

Y otras,

Y más,

Más O_o

Aquí ya estaba empezando a dudar de si realmente de lo que se trataba es de un museo de escaleras mecánicas. Pero sólo quedaba un último pequeño tramo:


Y de repente un edificio enorme precioso


Había todo tipo de obras de arte, cuadros Japoneses de Hiroshige y Hokusai, jarrones chinos de antiguas dinastías, escenarios de teatros Noh, e incluso Rembrandts y Monets. Hice unas cuantas fotos, hasta que me invitaron amablemente a guardar la cámara.








Me gustó mucho este cuadro contemporáneo de una cascada:



Y estos biombos del siglo 18:


Una parte del Museo da al puerto de Atami con unas vistas muy bonitas



Después me enteré que el Museo lo fundó Mokichi Okada, un multimillonario empresario-filósofo-artista nacido en Tokyo que llegó a crear una religión.

En la cima de la montaña donde estaba el museo se encontraba lo que fue su residencia personal, que ha pasado a formar parte del museo. Y anda que vivía en mal sitio...




Con jardín de bambúes y todo:

Después de visitar el museo, como todavía me quedaba tiempo, fui al otro lado de la bahía a ver el castillo de Atami:


Había un matsuri local:

Un museo de muñecas:

Y otro un poco más picantón:



Todavía tenía tiempo así que subí con la moto hasta arriba del todo de la montaña en la que está el castillo, donde había un pedazo chalet que sería del primo de Okada. Con unas vistas y un perruco monísimo:


Después ya fui hacía el puerto donde descubrí con agrado que había wifi gratuito, lo que me permitió consultar el correo desde la psp, mientras esperaba para embarcar:


Los ferries son muy modernos, llamados "jet foil" tienen dos helices que en posición normal están recogidas, y cuando se abren y van a máxima potencia hacen que el barco vaya flotando por encima del agua. No sé si se aprecia bien en esta foto que he encontrado por internet:

Los asientos tenían hasta cinturón de seguridad. 40 minutos después llegaba a Ooshima, la más grande de las islas de Izu, y que forma parte con el resto del Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu.


Como no pude llevar la moto conmigo, al llegar pregunté donde podía alquilar una scooter para moverme por la isla. El conductor del autobus que salía del puerto me recomendó un sitio, y la verdad que salió bastante bien. 4.000 yenes, dos días, gasolina incluída. Aquí la moto en cuestión:


La principal atracción de la isla es el Volcán del monte Mihara, que tuvo erupción la última vez hace 20 años. Lo que no conoce mucha gente es que este volcán sale en varias películas como "El Retorno de Godzilla" (es donde le encierran), y del que se ecapaba en la secuela "Godzilla VS Biollante". Y también sale en el libro y la película original japonesa "The Ring".

Buscando el camino que me llevase hasta la cima de la montaña fui a preguntar a un grupo de chavales que resultaron ser Boy Scouts! Somos una mafia, estamos en todas partes jejej.


Estaban preparando udon


Me hicieron un croquis y llegué sin problemas:


Por el camino me encontré con unos caballos prechiosos que me paré a saludar


Continuamos:

También vi un cuervo charlando con un halcón?


Como ya se estaba haciendo de noche, fui a buscar un onsen que me habían recomendado los scouts. Estaba en un ryokan en lo alto de una de las montañas. Pagué los 800 yenes (5 €) que costaba la entrada, y fui para dentro.

Antes de entrar al onsen había una mesa de ping pong y máquinas con refrescos y cerveza:


Al lado del onsen había un rotemburo (aguas termales al aire libre) impresionante, con vistas al volcán. Intenté sacar alguna foto de las vistas pero ya estaba demasiado oscuro. Del rotemburo sin embargo sí pude sacar una:


Y además tenía todo el rotemburo para mí, no había nadie más bañándose. Lo bueno es que estás en el agua a 40 y pico grados, y si tienes calor sales un rato, te enfrías con la rasca típica de la montaña, y al poco te volvías a meter con el gustazo que suponía. Ahh, fue de lo mejor de l viaje.

Después me monté la tienda de campaña en un claro cerca, porque había visto que del ryokan salía una ruta para ir caminando hasta la cima del volcán (la amarilla):


Decidí que quería ver amanecer en el volcán así que me acosté pronto, a las 10 de la noche, y puse la alarma a las 3 y media de la mañana, para salir a las 4 ya que la ruta ponía que se tardaba aproximadamente una hora.

Me despierto a las 3 y media, me visto, me tomo un café de una máquina que había dentro del ryokan, y salgo con mi linterna por el camino oscuro, como el sobaco de un grillo. Camino que duró 500 metros, pasados los cuales aquello se convirtió en una selva llena de arboles, lianas y matorrales, con la única guía de unas señales rojas que no se veían, y unos lazos rosas que debió de colgar alguien que se dió cuenta de lo primero. Pero realmente tampoco cumplían bien su función.

Después de darme cuenta de que había pasado un par de veces por el mismo sitio me encuentro con ésta señal:


Que entendí como "Si ve usted que se hace de noche, dese la vuelta hombre de Dios". Aquí se me puso la típica cara de los mangas que les caen la gota por la frente, algo así como: O_o' Para acabar de rematarlo sólo me faltaba que saliese Sadako la de the ring y me cogiese de un tobillo...

En fin, era el momento de asumir que al amanecer no llegaba, y que ya era bastante si llegaba. Esperé a que saliese un poco el sol para ver si se distinguían mejor los cuadrados rojos y lacitos rosas. No os creáis que se veían mucho mejor, pero por lo menos sí los charcos. Porque el "camino" alternaba entre campo a través y cauces de riachuelos, con sus piedras, agua etc:

Muy fácil, sigues el lazo rosa, un poco de estilo mariposa y llegas al cuadrado rojo.

En fin, después de dos horas y pico llegué a un claro donde estaba el otro camino que llevaba al volcán, el que salía desde el mirador de otra montaña:

Esto ya es otra cosa

Así que ya sabéis, si vais, NO escojais el camino del ryokan. Coged este otro que además tenía cuevas de hormigón para refugiarte en caso de que hubiese una erupción, que es un plus jejej:



Subí a la cima y me di una vuelta por el cráter:






En la cima también había un templo pequeño:

Y una recomendación de fotografía:


La cual seguí, me quedó clavada eh, y sin manos!


Después recorrí la isla con la moto. Era especialmente bonita la carretera que iba pegada a la costa hacia la ciudad de Motomachi. Me crucé con un camino recomendado con plantas y flores autóctoneas, pero la entrada me recordó al camino del bosque de por la mañana...



Esta vez no me pillais! jejej

Lo malo es que aquí se me acabó la batería de la cámara de fotos. Y es una lástima porque después de ver un matsuri local, estuve en la aldea de las ardillas! un recinto lleno de las idems. Unas estaban correteando, otras durmiendo al sol, había cientos. Podías comprar bolsas con pipas, y las ardillas te saltaban encima a por ellas, no tenían ningún miedo. Menos mal que nos queda internet ;) algunas fotos que he encontrado de la リス村 o aldea de las ardillas en la que estuve:




Luego fui a devolver la scooter, y el señor que me la alquiló me acercó al puerto donde cogí el ferry de vuelta a Atami, y ahi la moto para volver a Tokyo. Una vez en casa, nada como un buen baño de agua caliente. Después quedé con Salvador y Guillermo, dos amigos que están de visita, para cenar, y a recogerme pronto que al día siguiente había que currar.