Seguimos con las aventuras de Manu, ahora por
Azerbaiyán:
Queridos amigos,
El fin de semana pasado estuve de acampada, también conocido como camping, amantes del domingo o dominguero. Estuve en las montañas del cáucaso cerca de la frontera con Armenia. Me fui con un grupo de 14 british que trabajan para BP extrayendo petróleo offshore, igual que las crasty-burguer en medio del Mar Caspio.
Para entrar en materia, en medio de un valle digno de los mejores trofeos de Marco Polo nos quedamos a hacer noche. Poco antes de caer el sol empezaron a bajar de las montañas un montón de pastores y gente con bigotes y sombrero, empezaron a abrazarnos, darnos un montón de besos y a hablar con nosotros en ruso.
No entendí absolutamente nada hasta que el cuarto o el quinto que bajó con una botella de un litro de vodka que le quedaba un culín, y empece a entender la diversión del fin de semana en ese lugar. Al principio muy divertido hablar con ellos luego se truncó la cosa y era como hablar con el más borracho del pueblo y encima con actitud cariñosa.
Al día siguiente hice un poco de escalada extrema con un americano recien llegado a la ciudad, la verdad es que nos la jugamos bastante al subirnos a ciertas rocas, lo gracioso es que luego no sabíamos cómo bajar.
Después me encontré a un par de chavales que recogían leña y me dejaron su caballo sin montura para darme una vuelta estaban alucinados parecía que no habían visto a un extranjero en su vida, les hice una foto y yo creo que todavía se preguntan para que sirve ese aparato que ponía canon, me alegra mucho saber que existe gente en ciertos lugares que desconoce la tecnología más que yo. Esta zona donde fui, está al norte no muy lejos de Chechenia conocido por sus famosos cocidos y su pasión por la guerra.
A la vuelta tuve la experiencia de estar en un circuito entre formula uno y los coches de choque de una feria de pueblo. El camino de vuelta es semi desértico, y a los lados está lleno de tubos de gas, maquinas de extracción de petroleo, y fábricas exsoviéticas abandonadas. Ideal vamos, pero la historia es que hay solo dos carriles y éstos tíos al contrario que los sevillanos tienen prisa por llegar a su casa.. pude ver unos tres accidentes in situ, y otros muchos uuuuuiiiiiii, divertidísimo cuando el que conducía a la inglesa de turno no iba hacia ti. Después me metí por una carretera para coger un atajo y me encontré con una carrera de coches, vamos como los autos locos, pero esta estaba patrocinada por red bull, inmaginaros en la televisión.... unos chavales en Valencia realizan carreras clandestinas...
Otra cosa divertida son las gasolineras, tienen prácticamente dos, cada una es de un color esta la roja y luego la verde y todos los que trabajan van vestidos como Mario y Luigi con su uniforme y tirantes y aparte el bigotillo típico del país.
Este fin de semana hemos organizado una fiestecita en nuestro hogar, ha habido caviar del bueno, ruso-iraní, pero tenemos la mecha mojada qué se le va a hacer. La gente bastante open minded para venir del comunismo y de mujeres nada que ver con Mauritania donde sólo se le veían los ojos y el resto había que inmaginárselo. Lo más interesante, un tipo que venía de adobado y que era un espía que trabajaba para la CIA, aunque en su tarjeta de visita ponía Save the Children, un tipo bastante curioso.
Esto es todo por hoy, pronto os contaré si me voy a Armenia de viaje y la visita a las Crastyburger.
Chop Saugl ,
Manu